domingo, 19 de mayo de 2013

Capitulo 24 "LLagas y pustulas"

El recién llegado mostraba un cuerpo lleno de bubas y pústulas. Cualquier roce en su herida, su aliento, la cercanía significaba un muerte segura lenta y dolorosa.

Mientras nos miraba a todos con un odio visceral. Saca su espada y deslizo la hoja por las heridas que tenia en su cuerpo. Ya de por si era mortífero luchar con este desequilibrado ahora había subido el nivel de su ponzoña. El mínimo roce de su hoja con una herida abierta era una sentencia de muerte.

- Vamos, ¿quien es el primero?. No dicen que somos todos de la misma sangre puesto esto no creo que signifique ningún problema.-mientras decía esto mostraba el arma con la sangre resbalando por su filo.

Draco iba a adelantarse para acabar con la amenaza. Su odio deformaba su rostro y su voz era un cumulo de emociones.
-Vamos a terminar con esto de una vez por todas.

No podía permitirlo. Draco era necesario en las empresas de mi padre. Dando un paso adelante me interpuse en su camino.

-Dejame a mi. Si muero vengame y cuida de padre.

Una risa estridente sonó a nuestras espaldas a la vez que unos aplausos rompían la intensidad del momento.

-Enternecedor pero nos preocupeis dentro de un momento tendréis una celebración o... un funeral. Veamos que nos depara el destino.

El renegado se puso en guardia con una sonrisa triunfa. Después se puso plantado de forma firme con los pies rectos.  Alejandro noto la energía de su contrincante en cuanto las hojas se tocaron. Vibraban nerviosas lanzándose golpes y amagos aguantando la respiracion. La mejor manera de enfrentarse a su rival era mantenerse en su sitio aguantando todos los asaltos donde se juntaban los jadeos y las fintas que cortaban el aire. Su enemigo tiraba un amago en corto detrás de otro a lo que el joven respondía con una leve inclinación del ángulo de la guardia, así tapaba y bloqueaba cualquier entrada. Estocada tras estocada buscando el pecho o los riñones. Ya que aunque solo fuese la primera sangre el resultado seria fatal. Esto obligaba a estar muy a atento a Alejandro. No quería acabar con un pulmón perforado y escupiendo sangre. Por dos veces detuvo la entrada en tercera. Amagando y desviando. Se olvido de los tensos espectadores que como convidados de piedra permanecían detrás de él expectantes. A punto estuvo de ensartar a su rival pero increíblemente se deshizo en un ágil movimiento que dejo al joven expuesto. El acero paso rozándole justo donde acaba de estar. Alejandro paro un momento. Sabia que podía estar mucho tiempo así ambos eran espadachines consumados y el triunfo no vendría de su pericia sino de la suerte y el cansancio.  Hastiado lance mi espada contra él. Sumido en seguir la trayectoria de la amenaza aérea no se percato de que iba otra mas. Mas peligrosa y enfurecida. Por suerte mi treta dio resultado. Salte con todas mis fuerzas pillándole indefenso. Lo tire contra el suelo me abalance sobre su cuerpo. Empecé a golpearle la cara.
Sonriente me miro.
-Veo que no tienes miedo a la muerte.
-No cuando esta resulta falsa. Al principio no me di cuenta pero luego lo vi. Tus bubas y tus pústulas son tan falsas. Este truco ya lo he utilizado antes. No sudas,  ni toses. Y tus movimientos son rápidos para alguien que esta al borde de la muerte.
-¡Oh, eres un tipo listo! Pero yo también tengo algunos trucos en la manga.
Un disparo rompió nuestra conversación. El renegado no mostró sorpresa solo un gesto seguro como diciendo: Lo ves.
-Como te dije tendréis un funeral que celebrar. ¿Sabes? Nunca empiezo una guerra que no puedo ganar porque por suerte el diablo siempre cuida de los suyos. Y yo soy uno de ellos.

Continuara...