viernes, 1 de mayo de 2009

Capitulo 11 "Un vino, una victoria"

Y de nuevo llego ese momento. El momento donde los músculos se tensan, el cerebro se despeja y los sentidos se agudizan. Mal lugar y mal momento. Los duelos en sitios cerrados son lo peor y lo mas horrible que existe. No solo esta el problema que tienes enfrente sino también la cantidad de obstáculos que tienes que evitar para no ser un blanco fácil para tu adversario. Aquí banquetas, allá mesas y entre medio gente que no sabe donde resguardarse por lo imprevisto del duelo. Sirva como entrante dos raciones de muñeca que me regalo, dandome a entender que aquello no era un entrenamiento. Repelí su ataque y alzamos las espada en alto continuando el lance. Nuestras espadas quedaran atascadas. Lo siguiente que recuerdo fue un enorme empujón y ver el lugar desde otra perspectiva. Así, ahora era mas alto que yo. Intente levantarme mientras el soltaba una perorata. Vaya, parecía que tenia competencia verbal con este individuo. Todo era un bla, bla, bla. Pero fue muy caballeroso dejarme levantarme y reanudar mi ataque con una andanada de coléricas dentelladas, pero mi contrario no se mostraba muy afectado por mi rabia. Desbrozaba mis asaltos de la manera mas humillante e incluso cuando le apetecía tomaba la iniciativa. Era indignante no existía manera de entrar en su circulo de defensa. Pero huelga decir que era bueno, muy bueno. Aun así tenia un problema. Era demasiado honesto y honorable. Por desgracia en la escuela de la vida tuvimos distintos maestros. Muchos y buenos soldados por ser demasiado rectos murieron. Pero sintiéndolo mucho yo no soy de esos. Anduve varios pasos hacia atrás dejando que me acorralase. Por el rabillo del ojo vi mi objetivo. Salí corriendo y a la par que subía a una mesa cogí una jarra de vino. Me lo quede mirando.
-Dame un segundo para tomar aliento. Me estas dejando sin resuello.
Hice la opción de beber mientras me miraba absorto y sorprendido. Era la ocasión de oro. Con todas mis fuerzas lance la jarra sobre su cabeza. Tan solo pudo abrir la boca y poner cara de sorpresa cuando recibió el impacto. Cayo con gran estrépito. Alce las manos en señal de triunfo. Otra muesca mas para mi lista. Y sin un rasguño.
-Muy bien, Burrito... Veo que sigues con tus artimañas y tretas no cambiaras.
-¿Burrito? ¿Burrito? ¿Quien osa llamarme así?
Todo el mundo se me quedo mirando y empezaron a reírse cuando se dieron cuenta que el pasmarote que estaba sobre la mesa obedecía a ese apodo.
Me gire para dar cuenta de quien había se sido el temerario. Quien seria tan inconsciente de lanzar ese mote al aire para ridiculizarme y poner en tela de juicio mi tan labrada reputación.
Empecé a apartar la gente de donde provenía la voz. Me acerque a la entrada y al final alguien me dijo:
-Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad?
-Du...Dumas?.-apenas acerté a decir.

Continuara....

No hay comentarios:

Publicar un comentario